Hoy vengo a darte una información, para mi punto de vista muy valiosa, que va a permitirte observar a tu peque con atención para que puedas ocuparte antes de pre-ocuparte.
Para empezar, quiero decirte que es normal que te sientas angustiada si tu hijo/a todavía no domina algunas destrezas que se supone que tiene que dominar por su edad. Las madres tendemos a sufrir, a pensar que debemos estimular más y a sentir que algo estamos haciendo mal cuando no se dan los hechos que deberían darse, sobre todo, cuando el peque está teniendo un desarrollo correcto a nivel físico, cognitivo y emocional. Presentar un cierto retraso en el dominio de algunas habilidades puede ser un signo de alerta y es por esto, que es muy positivo que los conozcas, pero también, puede no serlo, ya que no todos los niños se desarrollan al mismo ritmo y cada uno de ellos tiene su propio proceso madurativo. Ante todo, observa con atención, si te sirve, hazte pequeñas anotaciones, consulta con tu pediatra y pide información siempre a un profesional certificado que pueda darte su visión al observar a tu peque.
Los signos de alarma entonces, son conductas que pueden alertarnos de que su desarrollo no es el adecuado y por tanto, conocer y detectar estas conductas, nos da la posibilidad de anticiparnos e iniciar procesos y seguimientos por parte de los profesionales para ayudar al niño a adquirir herramientas que le permitan desarrollar habilidades y destrezas propias de cada etapa evolutiva.
Venga vamos al lio, os los dejo por aquí para que los tengáis siempre disponibles:
- Si a los 3 meses: No sonríe, presenta un llano raro o una irritabilidad excesiva, no fija la mirada, no responde a ruidos fuertes o a estímulos auditivos, no se calma con la voz de mamá, tiene dificultades con el control cefálico, no sigue objetos con la mirada, no muestra interés por cogerlos y si los coge, no los aguanta en la mano, mantiene las manitas cerradas con el pulgar hacia adentro, no se lleva las manos a la boca o presenta movimientos oculares anómalos.
- Si a los 6 meses: No muestra interés por agarrar objetos ni por su entorno, no muestra afecto a sus personas de referencia, no reacciona ante los sonidos del entorno, presenta hipertonia o hipotonia muscular, no mantiene firme la cabeza cuando lo sientan, no se lleva las manos a la boca, no realiza balbuceos, no empuja los pies cuando lo apoyan en una superficie, no utiliza una de sus manos, presenta muy leve expresión facial.
- Si a los 9 meses: no trata de agarrar cosas que están a su alcance, no se mantiene sentado, no se vuelve cuando lo llaman por su nombre, no reacciona ante sonidos del entorno, no se ríe ni realiza sonidos placenteros, balbuceo o pequeñas imitaciones vocálicas, se muestra aislado del entorno, no busca contacto con las personas de referencia, no muestra intención por hacer pequeños desplazamientos, no comprende palabras simples, no mira hacia donde señala el adulto, no se pasa juguetes de una mano a otra.
- Si a los 12 meses: no balbucea, no gatea, no puede permanecer de pie con ayuda, no busca objetos escondidos, no hace gestos, no presenta intención comunicativa, no hace la pinza con los dedos de la mano, pierde habilidades que ya había adquirido.
- Si a los 18 meses: no camina solo, no dice palabras sencillas, se muestra rígido a nivel muscular, no conoce los nombres de las personas de referencia, no imita lo que hacen los demás, utiliza gestos en vez de palabras para comunicarse, presenta falta de interés por su entorno cercano, presenta un juego estereotipado o repetitivo, presenta ausencia de un juego imaginativo.
- Si a los 2 años: No extraña a los adultos de referencia, no articula frases de al menos dos palabras, no imita gestos, no juega con sus iguales, no reconoce algunas partes del cuerpo, no realiza acciones de la vida cotidiana como coger una cuchara, no sigue instrucciones simples, no come alimentos solidos, no sube escaleras, presenta comportamientos repetitivos, camina con las puntas de los pies, pierde el equilibrio frecuentemente, no ha iniciado el juego de imitación o simbólico.
- Si a los 3 años: No ha adquirido el control de esfínteres, posee un vocabulario pobre inferior a 100 palabras, su lenguaje es poco entendible, no muestra interés por tareas de autonomía y cura personal, no muestra interés por los iguales, no hace oraciones para comunicarse, no entiende instrucciones o preguntas sencillas, no es capaz de contar hasta 3, no imita ni presenta un juego simbólico, evita el contacto visual, se cae con frecuencia y no es capaz se subir , bajar escaleras o dar pequeños saltos, no realiza la pinza digital (índice-pulgar), le cuesta encajar piezas sencillas, presenta irritabilidad con sonidos o estímulos fuertes del contexto.
- Si a los 4 años: No ha adquirido el control de esfínteres, no es capaz de vestirse solito, presenta dificultades en hacer los primeros garabatos, no muestra interés por sus iguales y presenta un excesivo juego en solitario, le cuesta seguir instrucciones sencillas, no usa correctamente las palabras «tú» y «yo», le cuesta relatar historias sencillas, se comunica con poca claridad, no juega de manera grupal o colectiva.
- Si a los 5/6 años: sus movimientos son extremadamente patosos, se queja de un excesivo cansancio, no mide bien las distancias y se choca con objetos o personas, se cae con mucha frecuencia, está muy irritable, le cuesta comunicar emociones básicas, presenta problemas para concentrarse, no puede distinguir la fantasía de la realidad, no comparte ni espera su turno, no dibuja o muestra dificultad para hacerlo, no puede vestirse, cepillarse el pelo o lavarse por si solo, se acerca mucho a los objetos para mirarlos, presenta dificultades en su coordinación óculo-manual.
Tened en cuenta cada proceso evolutivo es importante, no todos los niños se desarrollan al mismo ritmo, además es positivo observar la relación entre algunos de los signos ya que esto va a darnos mucha más información.
Espero que os ayude este post, estoy aquí si necesitáis mi ayuda.
Información extraída de Manual de atención temprana Ed. Gobierno de la Rioja